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Las excavaciones en Confloenta permiten ampliar de forma notoria los conocimientos sobre el sector oriental de las Termas

Desde que en 2016 la Diputación invirtió por primera vez en un proyecto de excavaciones en el yacimiento de Confloenta, en Duratón, las investigaciones realizadas en la zona desde el verano de 2017 por un equipo liderado por Santiago Martínez Caballero no han dejado de sorprender a propios y extraños, poniendo en valor un complejo arqueológico que cada estío saca a la luz nuevos secretos de la ciudad fundada a inicios del siglo I a.C. por la República Romana.

28 agosto 2020 Las excavaciones en Confloenta permiten ampliar de forma notoria los conocimientos sobre el sector oriental de las Termas
"Este verano hemos continuado la exploración del sector oriental del edificio termal, donde se sitúa un conjunto de dependencias de servicio, destinadas a mantener el funcionamiento del complejo de baños, así como la gran palestra, situada en el sector suroriental y destinada a gimnasio y baño", explica Martínez Caballero, quien hoy recibía por tercera vez este verano al vicepresidente de la Diputación, José María Bravo, quien se acercaba a comprobar el progreso de las excavaciones. Tanto Bravo como el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, han estado al tanto de cómo las últimas excavaciones realizadas por una treintena de personas, entre las que también se encuentra en la coordinación del trabajo el profesor Gonzalo Ruiz Zapatero, del departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología, han permitido detectar el sistema de cloacas de evacuación de aguas del complejo al que se conectaba el aliviadero y el sumidero de la piscina, que, como informa Santiago Martínez Caballero, "todavía conserva el emissarium o tubería de evacuación, realizada en plomo". 
 
Y es que, según detalla Santiago Martínez Caballero, la palestra es un gran espacio al aire libre, rodeado con un pórtico de pilastras en tres de sus lados, en cuya parte meridional se sitúa una gran piscina o natatio, de 16,4 metros de longitud y 19 de anchura, que ya fue identificada en veranos anteriores y que ha sido explorada en su conjunto. Esto, apunta el investigador, "ha permitido apreciar la depurada técnica constructiva de la misma, al estar conformada por un vaso talado en la roca, impermeabilizado con muros de ladrillo y revestimientos de mortero hidráulico". Un cuidado pavimento de baldosas de ladrillo en opus spicatum (dibujo de espina de pez), una escalera de descenso y un banco corrido en grandes sillares de granito completan los elementos de este espacio, en cuya excavación se han recuperado más de medio centenar de grandes bloques de piedra pertenecientes a la coronación del borde de la piscina, así como al pórtico que la rodeaba; algo que José María Bravo ha valorado de forma muy positiva, teniendo en cuenta que estas excavaciones en Confloenta forman parte de un proyecto ambicioso de la Diputación, que este año ha vuelto a invertir 50.000 euros en ellas y que pretende hacer de la antigua ciudad romana -la única de la provincia potencialmente explorable al completo- un exponente principal del patrimonio histórico y cultural de la provincia y una vía de desarrollo económico y de empleo para la zona.
 
Bravo, atendiendo a las explicaciones de Martínez Caballero, manifestaba su admiración por la capacidad innovadora de los constructores de este complejo de baños fechado en el siglo II d.C. y que habría funcionado hasta el siglo IV d.C., quienes dejaron la palestra abierta en su lado sur, lo que dejaba el borde de la piscina abierto hacia el horizonte de Somosierra, a modo de las modernas piscinas ‘infinity' de la actualidad, causando un efecto óptico que fusionaba la lámina de agua de la piscina y el horizonte.
 
Termas de Fortuna
 
Con 800 metros cuadrados ya explorados, y después de que durante la pasada campaña de 2019 y la presente los investigadores hayan encontrado, en un espacio donde posiblemente se situara un sacellum (aula dedicada al culto), un conjunto de cabecitas y figuras humanas geométricas, fragmentos de más de medio centenar de vasos y varias aras identificadas con ofrendas y exvotos dedicados a la diosa Fortuna, las hasta ahora denominadas Termas del Sur han sido identificadas como Termas de Fortuna.
 
Este hallazgo, que ya el año pasado era considerado de gran relevancia por el director de las excavaciones, ha visto incrementado su valor gracias a las nuevas investigaciones, ya que han sido identificadas dos inscripciones dedicadas a la diosa que confirman la existencia de este culto; una descubierta en uno de los altares recuperados en las termas y la segunda en un posible pedestal de una estatua de la diosa, hasta hace poco conservado en la fachada de una casa del pueblo de Duratón y ahora ya depositada en el Museo de Segovia. 
 
En opinión de Santiago Martínez Caballero, "si bien los cultos a divinidades -a las que se vinculaba el poder salutífero o curativo de las aguas- en termas romanas asociadas a manantiales y fuentes de agua son habituales, éstos no son comunes en termas urbanas abastecidas por un acueducto, como lo son estas termas de Confloenta". No en vano, tal y como informaba Martínez Caballero a José María Bravo, en el conjunto de lo que fueron las provincias romanas imperiales, tan sólo en una decena de termas de este tipo -en lugares como Roma, Como, Mileto, Thugga, Beirut, Ptolemaida o Ammán- se han localizado cultos de estas características.
 
Según las investigaciones realizadas en el yacimiento segoviano, en las termas de Confloenta se habría venerado a la Fortuna Balnearis o Fortuna de los Baños, diosa que manifestaría su potencia divina mediante lo que se considerarían propiedades terapéuticas, salutíferas e incluso sanadoras de las aguas utilizadas en las salas de baños fríos, templados y calientes, en la sauna y en la piscina del complejo.
 
A pesar de que éstas han sido las averiguaciones más significativas de las últimas excavaciones por parte del equipo de investigadores, no ha sido éste el único espacio en el que han trabajado, tratando de documentar un complejo situado al sur de la ciudad que podría superar los 2.200 metros cuadrados de superficie. Tal y como los investigadores han hecho saber al vicepresidente de la Diputación, durante este tiempo también se ha intervenido en el jardín central del complejo, un espacio abierto de recreo paseo en el que se ha exhumado un ninfeo o fuente recreativa, colocada en un espacio absidial, donde se situaban varios caños que vertían el agua sobre un estanque que se prolongaba hacia el jardín.
 
Además, las investigaciones también han estado focalizadas en el área de servicio de las termas y, de manera principal, en la conclusión de la excavación del gran praefurnium, el horno que alimentaba de aire caliente tanto a las cámaras (hypocaustum) situadas bajo los suelos de las salas de baños calientes (caldarium) y templados (tepidarium), como a las colocadas en las paredes (concametariones) de esas mismas salas y destinadas a calefactar estos espacios de baños.
 
Como novedad este año, y dando inicio al proyecto de proyección de estos trabajos a la ciudadanía, las investigaciones en el yacimiento, que finalizarán el próximo 1 de septiembre, han sido complementadas con una serie de visitas guiadas, organizadas por la Diputación y el ayuntamiento de Sepúlveda, que se han prolongado con éxito a lo largo de todo el mes de agosto -con 393 personas inscritas- y que concluirán con una última cita mañana sábado, 29 de agosto, a las 10:00 horas que, al igual que la mayoría de las visitas realizadas, ya tiene todas sus plazas completas.