La vía procedente de Segovia y Complutum accedía al centro de la ciudad, tras cruzar el puente sobre el Duratón y el suburbio meridional, mediante una gran rampa, generando una calle en ascenso (clivus) que desembocaba en el Kardo Maximus, calle en sentido norte-sur que atravesaba el centro urbano hasta la zona del Foro.

 

El tramo inicial del Kardo Máximo tiene una anchura de hasta 12 m, estando pavimentado con baldosas de caliza, muy perdidas por los expolios. En el ángulo suroccidental de las Termas Meridionales se colocaba una rampa de acceso al edificio, paralela a la calle principal. El tramo superior de la rampa estaba conformado por una gran estructura de aterrazamiento, excavada en 34 m de su longitud. Se compone de un muro lateral sobre el que apoyaban las estructuras de las termas meridionales. Este muro estaba construido en emplecton romano: núcleo interior en opus caementicium (cascote, cal y canto unidos con mortero) y paramento exterior en opus incertum (mampuesto de piedras calizas) encastrado directamente en el núcleo interior. 

Flanqueando el muro se colocaba la rampa empedrada y estructurada en tres grandes plataformas que facilitaban la subida de la pendiente a aquellas personas que accedían a las termas por su acceso sur. El lado oeste de esta rampa escalonada se sostenía por un muro realizado en opus caementicium, en cuyo interior se aloja la cloaca que procede del interior de las Termas, cubierta con losas de piedra, destinada a evacuar las pluviales de la calle. 

 

La rampa se construyó época flavia (69-96 d.C.), para mejorar este acceso a la ciudad y a las termas meridionales. Para ello fue amortizado un edificio precedente, visto en la excavación, dato que señala la existencia de un trazado diferente de esta calle con precedencia. Esta infraestructura se realiza en una etapa de promoción de la edilicia pública y monumentalizarían de la ciudad tras la adquisición del estatuto jurídico de municipio de derecho latino.