Presenta la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción un rico aparato escultórico, de gran calidad, en arquivoltas, jambas, cimacios y capiteles, siendo especialmente destacado el repertorio que decora el atrio. Se ha señalado la sucesión del trabajo de tres talleres escultóricos distintos, que marcan el encuentro de tradiciones con sus propias características, y que, habilitando un amplio repertorio iconográfico, habrían elaborado: la decoración de la cabecera, bajo las directrices del denominado "Maestro de la Epifanía"; la ornamentación de las dos portadas de la nave, los canecillos del alero y la ventana del hastial occidental, el segundo, acaso con manos formadas en San Miguel y San Martín de Fuentidueña; y la decoración del pórtico, el último, relacionado con el taller que trabajó en San Lorenzo de Segovia.
En el alero de la nave encontramos un magnífico conjunto de canecillos seguramente realizados por el mismo taller que elabora las portadas. Los motivos decorativos son variados, con motivos vegetales (cesteado, hoja picuda y helechos), animales (águila bicéfala, ave atrapando una serpiente, cánidos, bóvidos, peces y felinos), seres monstruosos (monstruo devorando a un personaje, grifos, arpías y sirenas) y personajes realizando alguna actividad (personaje con manto, personaje alzando las manos, personaje femenino durante el parto, juglar, bailarina, músico y abad u obispo). En este conjunto se despliega gran parte de los motivos decorativos presentes en San Martín y San Miguel de Fuentidueña.