La necrópolis altomedieval

Necrópoclis de época Visigoda Necrópoclis de época Visigoda
Las prospecciones arqueológicas señalan la restricción del espacio urbano de Confloenta desde el s. V hasta el siglo VII d.C. A esta ocupación tardo antigua, de época visigoda, pertenece el uso de la necrópolis situada al norte de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo románico, levantada siglos después del uso de esta necrópolis. Este dato nos plantea la posibilidad de que este último templo tenga su origen en una iglesia visigoda aún no identificada. La necrópolis, a su vez, se coloca sobre la ruina de una villa romana suburbana. 
 
La necrópolis de Duratón, en uso entre el último tercio del siglo V y el siglo VII d.C., constituye el cementerio tardo antiguo más notable documentado en Hispania. Probablemente los enterramientos de esta necrópolis corresponden a la población tardo antigua hispanorromana de Duratón, aunque quizás esté también presente algún elemento de etnia goda. 
 
Necrópoclis de época Visigoda
La excavación de una parte de la necrópolis se acometió entre 1942 y 1946, así como en 1948, por Antonio Molinero Pérez, Comisario Provincial de Excavaciones Arqueológicas. Se documentaron entonces 666 tumbas, con ricos ajuares, hoy en el Museo de Segovia. Son dos los tipos de sepulturas identificadas: 
 
a) En fosa excavada en el terreno natural delimitada por piedras hincadas. 
 
b) En sarcófago de piedra realizado con una o dos piezas. En algunos casos se han reutilizado elementos arquitectónicos de la ciudad romana (fustes de columnas o pilastras entre otros). 
 
 
Necrópoclis de época Visigoda

Numerosos enterramientos contaban con ricos ajuares funerarios. El amplio elenco de piezas en plata, bronce, hierro y pastas vítreas,  muchas de gran calidad (fíbulas, broches de cinturón, collares, pendientes, pulseras, brazaletes, colgantes, anillos y otros objetos) conforman en el Museo de Segovia donde se conservan una de las mejores colecciones de orfebrería visigoda hispana.