Tras el periodo visigodo el sitio de Duratón es abandonado, existiendo un vacío documental durante la etapa islámica, momento en el que el lugar parece estar ya despoblado. Esta falta de datos se prolonga hasta el siglo XII, cuando el pueblo de Duratón es mencionado por primera vez en los documentos. En el siglo XIII se cita ya la parroquia de "Sancta Maria de Duraton", de cierta pujanza económica, en la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda.
En las últimas décadas del siglo XII se inician las obras de la cabecera de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, obras que debieron prolongarse hasta el primer tercio del siglo XIII, cuando se construyó la galería porticada en su lado sur. Cegados los arcos de esta galería en la etapa moderna, la restauración del templo en los años 1970, ha permitido redescubrirla, permitiendo la recuperación de gran parte de la fachada original. Con esta restauración también fue retirada la sacristía que se adosaba al exterior del ábside.